Cuando hay adoración ante el Señor la evangelización, la comunión, el servicio a los pobres se hacen más auténticos

Cuando hay adoración ante el Señor la evangelización, la comunión, el servicio a los pobres se hacen más auténticos

En esta ocasión, quiero dejar la palabra a un párroco de Madrid que acaba de inaugurar en su parroquia una capilla de adoración perpetua. Es un testimonio maravilloso que deberían conocer sacerdotes y fieles del mundo entero.
Reproducimos una entrevista hecha por el bloguero Luis Fernando Pérez de Bustamante al Padre Jorge González Guadalix de la parroquia Beata María Ana Mogas. La entrevista fue publicada en pasado 16 de febrero en InfoCatólica.

P. Rafael Ibarguren EP, Asistente Eclesiástico.

(Luis F. Pérez/InfoCatólica) – ¿Por qué una capilla de adoración eucarística perpetua en su parroquia?
Son más de treinta años de cura. Cada vez me doy más cuenta de que la parroquia y la vida cristiana se hacen ante el sagrario. Nos perdemos, me he perdido muchas veces, en hacer cosas y sacar adelante mil actividades, cuando la clave de todo está en el encuentro con Dios mismo.
La contemplación no te evade del mundo. Te hace estar en el mundo de una forma nueva. Cuando hay adoración ante el Señor la evangelización, la comunión, el servicio a los pobres se hacen más auténticos y más eficaces.
– ¿Ha conseguido ya cubrir todos los turnos?
En un 90 %. Los más complicados son los del mediodía de sábados y domingos. Curiosamente las noches y madrugadas se han cerrado sin demasiadas dificultades.
– De entre todos los fieles que se han ofrecido voluntarios para rezar ante el Santísimo, ¿hay alguno que le haya dado alguna razón que le haya conmovido especialmente?
Más que razones, que no siempre son fáciles de expresar, gestos. Los jóvenes de la parroquia que se han hecho cargo de una noche semanal, o que otra noche de adoración la vayan a compartir un voluntario de Cáritas y una de las personas que reciben alimentos. Quizá un gesto bonito sea el de dos hermanos que quieren rezar por la noche entre otras cosas porque su padre fue presidente de un grupo de adoración nocturna muchos años.
– El cardenal y arzobispo de Madrid será el encargado de inaugurar su capilla. ¿Qué le ha parecido su iniciativa?
Me consta que la ve con mucho agrado. Prueba de ello es que haya querido ser él quien personalmente presida la celebración.
– Cope, Alfa y Omega, Infomadrid, Infocatólica… ¿esperaba tanta repercusión mediática?
Sí y no. Supongo que una capilla de adoración perpetua es una noticia que puede impactar a mucha gente. Por otro lado que una parroquia se ponga en oración ente Jesús Sacramentado no debería ser noticia.
– ¿Qué les diría a los sacerdotes que estén pensando en hacer lo mismo en sus parroquias?
Que no tengan miedo. Que piensen los bienes espirituales que llegarán a la parroquia con la adoración. Una parroquia en la que cada semana doscientos, trescientos feligreses están una hora ante Jesús Sacramentado será una parroquia que dé frutos abundantes. Es verdad que asusta pensar en la tarea y que es normal que uno tiemble ante el gran don que se pide al Señor. Pero el Señor no falla. Lo he experimentado en estos días. Así que ánimo, a trabajar, a rezar y a pedírselo al Señor. Él hará el resto.

* * *

En esos días, por su parte el Padre Jorge González Guadalix escribió en su blog “De profesión, cura” estos comentarios inspirados:
El pasado domingo, como no podía ser menos, hablaba un servidor en la homilía del profetismo como anuncio de Cristo muerto y resucitado por nosotros. Decía a la gente que un profeta es aquel que en medio de un mundo pagano o tibio en la fe es capaz de anunciar, con palabras y signos, a Cristo muerto y resucitado por nosotros y proclamar que solo en Él está la salvación.
Profeta es aquel que con este anuncio remueve el interior de la persona, hace reflexionar sobra la situación en que se vive y anima a la conversión y a la entrega a Cristo en el seno de la Iglesia.
Llevando el profetismo a nuestra situación y a la de la parroquia les dije que la apertura de la capilla de adoración perpetua en la parroquia va a ser desde este domingo un signo profético evidente en medio del barrio de la presencia de Cristo. Se lo argumentaba con las siguientes razones:
– Un mundo dominado por la economía y la eficacia. La capilla es lugar de gratuidad, donde no se negocia ni se enriquece nadie, donde no hay remuneración ni dividendos, donde todo es gracia de Dios.
– Un mundo prisionero del reloj. La capilla es lugar donde, en términos mundanos, perder el tiempo, dejar pasar las horas en contemplación.
– Un mundo loco por la comunicación. La capilla es lugar de silencio y oración, de escucha de la Palabra de Dios, de entrar en el corazón y ahí hablar con tu Dios.
– La gente se piensa que a la iglesia van cuatro viejecitas ociosas que así entretienen la tarde. Pero en la capilla veremos entrar niños, jóvenes, adultos, ancianos. Amas de casa, ejecutivos, profesores, obreros, estudiantes, profesionales.
Signos de que algo grande está pasando. ¿Abierta las 24 horas? ¿Para el silencio, la adoración, la contemplación? ¿Y dónde acude gente diversa? Algo tiene que pasar ahí.
Claro que pasa. Que en la capilla de la adoración perpetua está Cristo Eucaristía, el Rey de reyes, el Señor. Y a Él sólo daremos culto.
Estas cosas hacen pensar. 24 horas. Gente muy diversa. ¿Por qué?
A los cristianos tibios, abandonados de las cosas de su fe les va a hacer pensar. A los más comprometidos les animará a dar su vida cada día más por Cristo el Señor. A los no creyentes estoy seguro de que les planteará interrogantes.
Por eso digo que va a ser un auténtico signo profético en medio del barrio.

En un tiempo en que abundan los falsos profetas que buscan protagonismos y en que los fieles pierden fácilmente el norte, he ahí un auténtico signo profético: Jesús, nuestra cabeza, oculto y discreto en el misterio eucarístico, expuesto e irradiando vida y siendo adorado por los miembros de su cuerpo.
¿No es este el sentido del testimonio que nos da Benedicto XVI?

marzo de 2013.- Asunción

P. Rafael Ibarguren EP